jueves, 11 de marzo de 2010

Sarah Jones contó al mundo como ve nuestro país

En el salón principal de las Naciones Unidas, República Dominicana fue encuerada. Del 1ro. Al 12 de marzo tiene lugar en la ONU la reunión internacional sobre derechos de las mujeres “Beijing +15” a la cual tuve el privilegio de asistir en su primera semana. Mientras almorzábamos en el comedor, la comidilla era la presencia de la actriz Mary Streep en un momento de arte, en el salón principal.

La mesa principal estaba integrada por Ban Soon-taek, esposa del Secretario General de las Naciones Unidas e integrantes de Equality Now (Igualdad Ya), organización por los derechos humanos, entre ellas, Mary Streep. Con una sencillez y elegancia extraordinaria la actriz de Hollywood atrajo la atención de un salón repleto de representantes del mundo.

Expresó su demanda para que las leyes protejan a las niñas y mujeres y esta protección sea reflejada en la realidad. Luego presentó a la actriz Sarah Jones, con su pieza teatral “Women Can’t Wait” (La mujer no puede esperar).

La obra expone la discriminación contra la mujer en diferentes esferas sociales. De la mano de una estola Sarah recorre el mundo y retrata a ocho mujeres de diferentes países.

Al colocar la estola en el hombro para cubrir el brazo, Sarah Jones acelera el ritmo de su narrativa y se describe como dominicana viviendo en Queens. No lo podía creer, busque la mirada de mi compañera de delegación, ¡Que maravilla! Entre tantos países hispanos parlantes, elegir a Republica Dominicana.

“La estola me la puse porque estoy “agolpea”, ¿verdad que no se me nota? fue su carta de introducción En un juego de palabras contó al mundo como ve nuestro país. Inicio las relaciones sexuales a los 14 años, “en el campo no tenia con que entretenerme, nunca hay energía eléctrica, allá sólo se baila bachata y se bebe Presidente” Su madre emigro, la crió la abuela quien le decía: “si quieres aprender algo, ve aprenderlo a la escuela”

Se embarazó a los 15 años y fue expulsada del recinto, pensaban que la barriga se le pegaría a las compañeras. El marido la golpea y ella resiste como buena mujer.

De forma jocosa narra las penurias de la mujer dominicana con bajo nivel de educación que emigra a New York, trabaja todo el día, sin tiempo suficiente para ver a su hijo. El marido la sigue y continúa victima de la violencia contra la mujer.

Esta joven actriz vocifero al mundo la pobreza y discriminación contra la mujer que Republica Dominicana genera, exporta y pretende ocultar.