jueves, 24 de septiembre de 2009

El subconsciente los delató

(Para los datos científicos de esta columna, me basé en el libro de Maureen Paul, et al., “A Clinician’s Guide to Medical and Surgical Abortion”, Churchill Livingstone, 1999).

Debido a las precariedades de nuestros hospitales, para interrumpir un embarazo, lean bien, “cuando el producto de la concepción esta muerto”, confirmado por estudios sonograficos, los médicos y las médicas tenemos que recurrir al Misoprostol, nombre genérico del medicamento que se comercializa como Cytotec y otras marcas. Existen otros fármacos más costosos, a la vez más efectivos y de menos efectos secundarios, como el Metotrexate y Mifepristone.

Estas son las pastillas abortivas a las que se refirió en la Asamblea Revisora el diputado del PRD por La Vega Radhamés Ramos (Chino) cuando afirmó: “Pero además existen pastillas que se conocen bien, que sólo hay que colocarlas en la vagina, eso es así y se provoca un sangrado”.

En la actualidad existe evidencia insuficiente para recomendar un régimen específico con misoprostol para el aborto en el primer trimestre del embarazo. La mayor parte de los estudios han evaluado la eficacia de una dosis de 800 mg (miligramos) de misoprostol por vía vaginal, repetida durante varios días hasta completarse el aborto. Su uso puede ser una buena y segura alternativa. Los estudios indican que los abortos inducidos sólo con el misoprostol pueden tardar hasta 48 horas o más, con una tasa de efectividad del 50-95 por ciento. El 70 por ciento de los abortos se completarán en las primeras 24 horas.

Los efectos secundarios observados son contracciones uterinas, dolor, escalofríos, fiebre, náuseas, vómito, diarrea, sangrado. Se recomienda su uso por vía oral y vaginal. Estudios recientes valoran la eficacia de la administración sublingual (debajo de la lengua).

En los países donde no se protegen los derechos reproductivos de las mujeres, la mortalidad y morbilidad relacionadas con el aborto se reduce con el uso del misoprostol.

Para no ser médico y ser hombre, el diputado que votó en contra de las mujeres, está muy bien edificado sobre los métodos abortivos. Todos los demás que se rieron, parecen conocer las pastillas a las que el diputado perredeísta se refería. ¿Quizás la han comprado? El subconsciente los delató.